Menú Principal

 

 

Los guerreros gritaban y rugían a los pies de Glasir durante sus habituales enfrentamientos; a su vez, los que permanecían en el interior del gran salón del Padre de Todos bebían y comían en un silencio estupefacto, mientras escuchaban al joven Voz de Garm alzar la voz una vez más, preparando la antesala de otra gran historia.

—Allí abajo siguen peleando y discutiendo por liderazgos entre manadas y en el interior de los clanes, sin comprender lo que significa —los más ancianos del lugar asintieron solemnemente—. Creen que ser el Alfa es todo Gloria y Honor, sin comprender cuánta Sabiduría conlleva ganar y mantener dicho puesto. Hoy os contaré la historia de Tormenta de Guerra, Adren, Modi, Lupus, Camada de Fenris y Alfa del Clan de la Selva Negra, un guerrero que a pesar de su infinita ferocidad y fuerza, el mayor poder que poseía se encontraba en su mente y espíritu.

*** Trigger de suicidio *** 

 

 

La pequeña habitación cada vez se sentía más claustrofóbica según se apilaba la basura y las botellas ocupaban más espacios del suelo. Marcos entró, dejó su bolsa en el pequeño escritorio y se estiró en la cama, observando el collage de fotos pegadas al techo.

—Esa fue tu primera vez en el zoo, estabas tan ilusionado —señaló una de las fotos antes de pasar a la siguiente, hablando para sí mismo—. Esa fue nuestra primera cita, te veías radiante. Allí fuimos los tres juntos de viaje a Upper Lake; fue precioso, pero la luz en vuestros ojos lo eclipsaba todo. En esa…

 

 

Con el corazón a mil por hora, el sabor de la muerte y la putrefacción en la boca, los ojos inyectados en sangre y la rabia junto con el miedo corrí. Corrí acabando con todo lo que encontraba a mi paso. 

Parecía un sueño, una pesadilla. 

Solo podía pensar en la muerte de mi pequeña Diana. Ella, tan fuerte como su corazón, pero al mismo tiempo tan delicada y dulce como las flores de vainilla. Valeria con la cara destruida y sus garras saliendo. Mihai con los ojos llenos de odio y su mandíbula desencajada. 
 
Era una pesadilla.

Corrí, no sabía a dónde iba, pero confiaba en mi destino. 

 

 

Yo cantaré vuestras historias cuando hayáis muerto

 

Pocas cosas son más ensordecedoras que el silencio tras una batalla. Cuando todo lo que queda es sangre y muerte los vivos contienen la respiración, como si todavía no pudieran creer que lo que los rodea sea real. Observan su entorno como si de algo ajeno a ellos fuera, como si mirasen una película o la historia de otro, totalmente despersonalizados y perplejos, incapaces de asumir el desastre que sienten en sus huesos y sus almas.

 

Los tres hijo de Noche no tardaron en reunirse pues a pesar del frenesí de la batalla no habían ido unos muy lejos de los otros, como si unos lazos invisibles los mantuvieran cerca. Se miraron cubiertos de sangre y completamente desnudos sin atreverse a pronunciar las palabras que les quemaban en la garganta y que nunca llegaron a decir pues no eran necesarias, aquello que los unía estaba por encima del entendimiento o la empatía, eran almas que habían decidido sellar sus destinos en un mismo objetivo, para bien o para mal.

 

 

Dicen las malas lenguas que en la Umbra hay reinos que aun se desconocen. Reinos donde viven nuestros deseos y anhelos, donde nuestros sueños dibujan su estela y perviven, realizándose tal y como desearíamos.

 

Una noche de luna creciente, de luna Galliard, de la luna de las historias, dos jóvenes se reúnen en un río. Cada uno en un margen, camina lentamente hacia el agua, hacia el otro, con paso medido y ceremonioso. Los dos van descalzos y vestidos solo con una túnica. Él, negra como su pelo. Ella, prístina e inmaculada como su sonrisa y su alma. Son dos amantes que acuden al encuentro del otro, a formalizar bajo la sagrada luz de Selene, su madre, una unión sagrada. No les acompaña el resto del Pueblo, pues quieren que este momento sea solo para ellos, pero todos los espíritus de la zona contienen el aliento mientras los observan.

Contacto

Cualquier tipo de contacto que quieras realizar con la asociación envía un correo a: admin@revcc.es

Indicad en el asunto la ambientación o duda.

Información Adicional