Las campañas de conquista de Roma no trajeron paz y armonía a la república, si no que puso de manifiesto la incapacidad de organizar los territorios, originándose tensiones en los nuevos territorios anexados y dentro del propio Senado, que quedaba así dividido en: 

• Populares: Grupo reformista dentro del Senado. Querían hacer cosas como otorgar la ciudadanía romana a la mayoría de los integrantes del Imperio, además de dar más libertad a los países anexados creando asambleas. 
• Conservadores/optimates: La aristocracia. No querían dar más poder a las asambleas pues el Senado era la única institución válida. 

Evidentemente, esta diferencia ideológica iba a traer problemas muy graves, siendo el primero la guerra entre Marío (popular) y Sila (conservador), cuando el primero creó un régimen autocrático que bloqueó el poder del Senado, comenzando una dura represión sobre el sector conservador. Tras esto, Sila entraría en Roma con su ejército nombrándose dictador y realizando los mismos actos sobre los populares. De hecho, Julio César estuvo a punto de ser eliminado, pues era integrante del sector popular. 

Luego, entre el año 65 y 63 a. C. se produjo la conspiración de Catilina, que pretendía acabar con la república y proclamarse dictador. No necesitamos más pruebas para ver que esto se producía por una incapacidad del Senado para controlar a sus generales, que estaban sedientos de poder y de libertad de acción. Además, contaban con la fidelidad de los ejércitos que comandaban, por lo que empieza el declive de la Republica. 

El primer triunvirato 

Durante los años 60 y 53 a. C., Craso, Pompeyo y César se aliaron para tomar los cargos más importantes del imperio romano. Pero con el paso del tiempo, los triunfos militares de César hicieron que este aumentara su poder y ejércitos, además de recibir un apoyo muy fuerte de parte de las clases populares. Ante este panorama, el sector conservador del Senado entró en pánico ya que veían venir una situación tan sangrienta como la ocurrida con Sila, por lo que recurrieron a Pompeyo, único general fiel al Senado.18 

En este período ocurren dos factores determinantes en el transcurso del conflicto: 

• En el año 53 a. C. Craso fallecía en Partia mientras intentaba someter a dicho pueblo, de esa manera acababa el primer triunvirato. 
• Muerte de Julia, esposa de Pompeyo e hija de César, matrimonio que había servido para crear una alianza entre ambos militares. 

Debido a esto se nombran dos nuevos cónsules que rápidamente fueron acusados de corruptos, dando comienzo a verdaderas trifulcas campales entre populares y conservadores. 

A consecuencia de la guerra de las Galias, Julio César no podía volver a Roma todavía, pero al recibir el apoyo de Pompeyo, decide encaminarse a Roma con la XIII legión, asentándose en Rávena, ante lo cual, Pompeyo comenzó a reclutar soldados sin el permiso del Senado. Esto fue visto por las clases populares como un atentado contra la República. 

En ese lapso de tiempo, Marco Antonio, general de César, había sido enviado a la ciudad y logró hacerse con el cargo de tribuno de la plebe, para preparar la llegada de Julio. 

La guerra civil 

Todo comienza en el año 49 a. C. cuando las legiones de Cesar entran en Italia, lo cual estaba prohibido en aquella época. Es aquí cuando pronuncia su famosa frase: “alea iacta est” al cruzar el Rubicón. Dado que César controlaba la costa adriática y la de Arezzo, pudo tomar la ciudad de Roma sin problemas, ya que el Senado huyó de la ciudad repartiéndose entre las provincias leales a ellos. 

La primera etapa de la contienda acaba con el sitio a la ciudad de Brindisi, donde se encontraban Pompeyo y otros senadores, los cuales planeaban huir a otras partes del imperio para así reforzarse militarmente. Pompeyo logró huir en barco de la ciudad. 

La entrada de César en Roma fue necesaria para reestructurar sus defensas, e incluso, pudo reabastecer sus arcas para costear a sus ejércitos. Luego nombró a Lépido, patricio fiel a su causa, pretor en la ciudad, sin dar opción al resto del Senado a negarse. 

En este período comienza la guerra en Hispania, provincia donde Pompeyo tenía bastante poder. Los ejércitos de César se prepararon para el conflicto. El momento decisivo fue la victoria del bando cesariano durante batallas navales, con la que pudo establecer un bloqueo fuerte a la ciudad. En poco tiempo Massilia se rindió para evitar ser destruida. 

Después de esto, llegaron las campañas de Grecia cuyo punto más importante fue la batalla de Farsalia, 48 a. C. donde Pompeyo fue derrotado, ya que sus tropas eran inferiores a las de César y estaban peor organizadas, pero eran mayores en número. César mostró una vez más su audacia como Senescal en el campo de batalla y Pompeyo logró huir hacia Egipto, buscando la protección del faraón Ptolomeo XIII. Este queriendo ganarse el favor de César, ya que quería derrotar a su hermana Cleopatra, asesinó a Pompeyo cuando desembarcó y le recibió con su cabeza. Esto no le hizo gracia a Julio César, ya que había concedido la amnistía a muchos de sus enemigos, además Pompeyo había sido su amigo y compañero de batallas. No era la muerte justa para un cónsul de Roma. 

Vientos desfavorables dejaron a César y a sus ejércitos aislados en Egipto, por lo que empezó a administrar asuntos en Egipto, como por ejemplo mediar en el conflicto entre Ptolomeo y Cleopatra. Esta última, tuvo la audacia de colarse en las dependencias de César oculta y seducirlo. Ante semejante notica, Ptolomeo montó en cólera y logró poner contra las cuerdas a la pareja; pero con la llegada de los refuerzos de Roma, Ptolomeo huyó y se ahogó en el Nilo. Cleopatra ocupó el trono dando fin al conflicto entre los hermanos Filopátor. 

Julio César también logra anexionar territorios de África. Estaba claro que había amasado un poder enorme lo que influiría en su triste final. Fue en ese momento cuando marchó a Roma para declarar el fin de la guerra civil en el Senado.