En la era mítica, hace mucho tiempo, tanto como para ser irrelevante cuánto exactamente, los Garou tenían un propósito claro. Guardar y mantener el equilibrio entre Kaos, Tejedora y Wyrm. Con la mayoría de las amenazas al equilibrio no tenían mayor problema, pero había una que se escapaba a su control: La humanidad.
Los seres humanos crecían y se reproducían mucho más rápido que sus guardianes, los Garou. No entendían la profundidad y la necesidad de un equilibrio, tan sólo se limitaban a consumir recursos, alterar todo su entorno y crecer, crecer, crecer. Era una creación voraz y carente de límites. Era una amenaza de desequilibrio hacia Wyrm, la corrupción de lo que existe, la destrucción, no sin propósito, pero si descuidada. Sin saberlo, desmadejaban los hilos cuidadosamente colocados por Tejedora alrededor de lo creado por Kaos.
Los hijos elegidos de Gaia, el Pueblo Garou, decidió ponerle solución. Se pastoreaba a los seres humanos, guiándoles para ser autosuficientes, pero limitando su expansión desmedida. Cuando una comunidad humana crecía peligrosamente, se trasladaba a los miembros más fértiles hacia zonas despobladas. Se limitaba el contacto entre dichas comunidades para frenar una procreación desmedida. Sin embargo, aquello no terminaba de funcionar.
Los más cercanos al Kaos, al lobo, expusieron algo evidente. Cuando una manada es demasiado grande para poder subsistir con su propia caza… Los lobos mueren, y es algo natural que todos aceptan. Con el paso del tiempo las medidas de control fueron más estrictas, pasando de guiar, aconsejar y limitar, a controlar directamente el número de individuos. Si una aldea debía tener veinte integrantes como máximo, y ya se habían trasladado los necesarios, y aun así seguía siendo un número excesivo… se les sacrificaba. Pero aun así, la humanidad seguía creciendo y extendiéndose, es más, empezaron a rebelarse y resistirse.
De nuevo se tomó una decisión agresiva, tajante, imperiosa. En su prisa por volver al equilibrio perfecto, el Pueblo empezó a diezmar periódicamente la población humana. La resistencia se aniquiló denodadamente para evitar ideas peligrosas. En la práctica, se esclavizó a la humanidad y fue convertida en ganado, mayoritariamente con fines reproductivos. El llamado Impergium.
En aquellos tiempos, un Garou no tenía por qué esconderse, por lo que la forma Crinos era la más frecuente. Ágil, resistente, feroz, poderosa, majestuosa… Es por ello que fue la imagen de la peor pesadilla de la humanidad. La forma Crinos. Cuando la veías, era para despedirte de algún ser querido, en el mejor de los casos, o para ver cómo era sacrificado cruelmente y sin ceremonias, en el peor. Si te resistías, era la mortífera creación de la naturaleza que se oponía a ti, negándote el derecho a existir.
Aquello pasó. El sentido común entró en el imaginario del Pueblo, aunque aún hoy hay voces disidentes que señalan la situación actual, el decaimiento de la parentela Lupus, y culpan directamente a la humanidad, pero lo cierto es que el Impergium es cosa del pasado. Sus cicatrices no. Todo ser humano tiene un recuerdo subconsciente de un tiempo pasado en el que el Pueblo, el Crinos, era el peor de todos los males para su especie. Cuando se ven expuestos a ese recuerdo, sufren el Delirio.
El Delirio es una medida defensiva del ser humano para no sufrir el contacto con el Pueblo. La mayoría, cuando ocurre, se ve abocada a caer al suelo en posición fetal, o quedar catatónicos, negando lo que ven. Cuando el episodio pasa, no tienen recuerdo alguno de lo ocurrido y su mente busca darle un sentido a toda esa mierda, para no volverse locos. No era un monstruo, eso es imposible, era un animal salvaje, y era de noche… yo había bebido un poco… si, debe ser eso.
En otras ocasiones, el trauma es mayor, y el sujeto puede llegar a morir de puro miedo. Y en el peor de los casos, puede recordarlo. Recordarlo todo. Algo místico se rompe en su interior, agita su propia esencia y clama por venganza. O se encomienda al raciocinio más solidario y dedica su vida a proteger a la humanidad de los monstruos. Sea como sea, esa persona se convierte en un fanático cuyo único propósito es aniquilar al Pueblo. Son peligrosos. Aprenden a eludir el Delirio. Desarrollan habilidades sobrenaturales que exceden con mucho lo que un ser humano puede hacer. Es un peligro, para el Pueblo, y para la humanidad, pues en su fanatismo, no reparan en cualquier medio para cumplir su labor sagrada.
La Parentela, los Galain, son inmunes al Delirio. Probablemente descienden de linajes de seres humanos que no fueron cazados hasta la extinción. Fueron simplemente la familia de algún Garou y nunca se vieron expuestos al horror y el genocidio. Quizás de ahí que sean tan escasos en número en nuestros días.
Si alguna vez un humano te pilla in fraganti, y ve tu forma Crinos, y para tu sorpresa, no se inmuta, cuidado: Puede ser tu mayor aliado, o tu peor enemigo.
