Menú Principal

Cáceres en H20

 

Está claro que hay un telón que separa lo mundano de lo sobrenatural. Delante del telón está todo lo expuesto anteriormente, dividido incluso en cortinas translúcidas a través de las cuales, unos intentan vislumbrar algo de lo que hacen sus convecinos y otros simplemente siguen con sus vidas. 

 

Pero aún no hemos hablado de qué hay detrás de ese telón. Ese, que antaño era de acero, protegido por seres y fuerzas de difícil imaginario para simplemente no ser descubiertos. Ahora es una débil tela que se puede atravesar para conocer qué hay más allá y en la que ya no hay tantos secretos. Y obviamente comprobar la realidad significa no volver a tener una vida normal. 

 

Si lo de antes os pareció oscuro y decadente, no habéis visto aún la ciudad de la rabia desatada. 

 

>El parque natural de Monfragüe, el Valle del Jerte y la Vera. Protegidos y seguros por la manada de los cuatro que reside en estas tierras desde poco después de la Guerra Civil. La realidad es que es un territorio “goloso” para cualquier ente destructivo, pero algo apartado y escondido al resto del mundo. Con sus pros y contra pueden hacer que estas tierras pasen desapercibidas y en parte así fue. La manada no dejaba que el enemigo volviera con vida para poder reportar sobre el lugar y para ello cometieron atrocidades que eran necesarias por el bien de Gaia. 

 

El tiempo pasó y se fueron acomodando, dispersando y distrayendo. La tranquilidad y la calma hacen que se baje la guardia, hasta que una fuerza pode rosa chocó contra ellos por sorpresa. No se volvió a saber de la manada de los cuatro y el territorio tampoco fue conquistado. 

 

Algunos de los residentes de la zona intentaron investigarlo, pero no consiguieron nada. Solo los cuerpos desangrados y ninguna pista, ni un ápice de corrupción. El territorio se mantuvo inexpugnable. No era nada entendible. 

 

Esto pasó en los 70, y desde entonces, han sido pocos los que han habitado en estas tierras. Algunos dicen llevar más tiempo y han preferido mantenerse en las sombras, pero la realidad es que se práctica una desunión entre grupos nada característica entre los Garou. La rivalidad entre las pocas tribus de la zona había crecido. 

 

La crisis y el escaso valor del terreno extremeño en la actualidad, da pie a que grandes empresas fijen su mirada en un abaratado coste de infraestructura y una mano de obra barata por el bajo nivel de vida respecto a otras capitales. Grandes corporaciones comienzan a poner el ojo en los verdes terrenos del lugar, e incluso alguna pequeña sucursal de empresas independientes ya está en marcha. 

 

Lo que queda claro, es que lo que antes era natural y pacífico en los exteriores, comienza a verse invadido por la corrupción de una oscura ciudad.

 

Contacto

Cualquier tipo de contacto que quieras realizar con la asociación envía un correo a: admin@revcc.es

Indicad en el asunto la ambientación o duda.

Información Adicional