Para ti, homínido, el mundo tiene una concepción sencilla, pues todo lo que contemplas parece creado a tu medida. A tu imagen y semejanza. Pero no hay nada más alejado de la realidad. Nuestro pueblo se nutre tanto del lobo como del humano, o al menos debería ser así. Y siempre hay cosas que no deberían existir, como los Metis…
Como decía… en ocasiones ocurren cosas prohibidas que no deberían existir. Cosas que nos guían irremisiblemente hacia el peor de los desastres. La Letanía dice que un Garou no se apareará con otro Garou. Uno de los motivos es el resultado, los Metis. Al igual que un homínido nace en forma homínida, y un lupus en forma lupus, un Metis nace en la forma Crinos. La forma del depredador supremo, y máxima expresión de la Rabia desatada. Raro es el parto que termina sin que el Metis asesine a su propia madre. Sí. Asesinar. No matar inadvertidamente. No morir por complicaciones en el parto. Todo eso son eufemismos. El Metis nace envuelto en Rabia y frenesí, con el único instinto de matar y destruir todo aquello que percibe como una amenaza. Y cuando nacemos… TODO es una amenaza.
Por si eso fuera poco motivo para evitarlo, son todos estériles. Sin excepción. El Pueblo ha ido mermando con el paso de los siglos, hasta el punto de estar al borde de la extinción. A las causas naturales, se suma la baja tasa de nacimientos Garou. Somos tan fértiles como cualquier ser humano o lobo, pero en la mayoría de los casos, nace un parentela, que nunca llega a cambiar. Si a eso le añades un número creciente de población estéril… no hace falta ser un genio. Quizás por eso Wyrm fomenta la unión entre Garou, y adopta sin problema alguno a cualquier Metis. La Esterilidad no es la única marca de nacimiento de un Metis. Todos son deformes, por fuera y por dentro. Algunos nacen sin alguna extremidad, o ciegos, o son incapaces de adoptar ninguna forma que no sea horriblemente monstruosa. Por lo general son débiles mentales, fáciles presas para la corrupción, amargados y resentidos sin motivo.
Debido a ello, no pueden estar sin vigilancia y deben permanecer ocultos hasta el Primer Cambio, momento en el que pueden adoptar una forma homínida o lupus, y eso si su deformidad les permite pasar por miembro de esas razas. Su mera existencia es un riesgo para la integridad del Velo, pues al dormir, caer inconscientes o morir, retornan a su monstruosa forma de nacimiento.
Muchos Garou jóvenes, sin embargo, especialmente entre las tribus de los hijos de Gaia y los Roehuesos, cada vez tienden más a excusar todo esto. A restarle importancia. Es un peligro constante. Argumentos vacíos como que son más poderosos y entienden mejor nuestra naturaleza… Todo Garou que se precie es un protector del equilibrio y Gaia. Y quien no lo es, es menos que un Metis.
Los Metis suelen pasar su Primer Cambio entre los 8 y 12 años. En ese momento pueden continuar con su infierno de existencia.
