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En una finca situada en mitad de los campos que circundan el término municipal de Cáceres y cuya localización solo conocen los Vástagos que en ella moran o han sido acompañados a invocar la quinta Tradición ante su dueño, reside una familia de Cainitas que atiende las voluntades del patriarca, Don Braulio Rodríguez Rosa. Es el Vástago más antiguo de cuantos han aparecido en estos territorios después de la Purga del Sabbat, cuando las Bestias de esos depredadores arrasaron a casi todos los Cainitas que se habían refugiado en lo que un día fue una ciudad tranquila y dichosa.


Los brazos del Antiguo Malkavian han acogido en su hogar a un grupo de Condenados a los que ha nombrado su familia y quienes tienen un cometido muy claro en la Estirpe local del norte de Extremadura. Su hospitalidad solo se ve sobrepasada por su propia Bestia, un halo salvaje que a veces se contiene en un vaso de agua y otras necesita reventar cabezas o derribar los muros de la casa para sentirse cómoda.


Las ramas del árbol que corona Don Braulio cobijan a sus tres hijos: a un lado está el brazo parlamentario, su Chiquillo Nicomedes López y Bru, junto a su hermana de sangre, Casilda López y Bru, y por el otro está su brazo ejecutor, su Sheriff ACE de la sangre Toreador. Nicomedes ocupa un lugar predilecto en esta pirámide con los restos de su amada mujer, Amelia, y por encima de la siguiente generación de fragmentos del espejo: Felicia López Barado, Rómulo López Barado (Chiquillo de Casilda) y "Jorgito".



Entre el entramado del arbusto que supone este árbol genealógico aparece Daniel Sánchez, Malkavian de Sire desaparecido pero protegido de Nicomedes y del propio Don Braulio.


El Antiguo continúa añadiendo miembros a su familia más allegada como Claudia Aurelia, lunática a la que ha nombrado su nieta y Covadonga, Vástago Nosferatu a quien considera la niña de sus ojos.


En este cortijo y sus tierras colindantes se podría respirar paz, si los habitantes aún tuvieran la necesidad de llenar sus pulmones con gas incoloro. Cada uno tiene su sitio en la casa, algunos realizan tareas de reparación, otros procesan el alimento, reciben los informes del estado de la ciudad, controlan la población de Vástagos, atienden los deseos del Antiguo y hasta bailan u organizan veladas mientras Don Braulio escudriña su vasto Dominio desde el ventanal de su despacho bajo la luz de la luna, el único elemento de la geografía cacereña que por ahora está por encima de él.


A día de hoy se controlan los torrentes de locura que bañan los campos que rodean Cáceres hasta que el 16 de junio esa inundación rompa el dique de marfil con la reclamación de la Praxis y los oráculos de todos los Malkavian de Cáceres aneguen campos, ríos, montañas y valles del norte de Extremadura. Entonces la peligrosa ciudad de Cáceres acogerá los delirios de sus hijos más lunáticos y ya no habrá vuelta atrás. Los Vástagos que se acerquen tendrán que someterse a la voluntad del Malkavian o rogar por que sea magnánimo y se les permita marchar.

 

Han pasado muchos años…

 

Antes la ciudad que corona el norte de Extremadura era una ciudad próspera, tanto para mortales como para Vástagos. Los negocios fluían, la gente se movía, las intrigas eran parte del día a día… en definitiva: la ciudad estaba viva, nosotros muertos y, si no fuera por estar malditos, disfrutaríamos de nuestra dudosa existencia.

 

Entonces pasó lo que debía pasar. Toda buena historia que se precie tiene en su trama un final atroz. Las manadas del Sabbat arrasaron con todo lo que había en Cáceres. Daba igual que fueras progresista, tradicional o un sucio Anarquista… Esa sangre hambrienta Paso por encima de la ciudad para acuchillar, destruir, quemar e intentar dejar un reguero de cenizas.

 

No había límites ni normas y poco importaban las consecuencias, es el motor de vida de la secta de denigra a la Camarilla. La Bestia que nos acecha en oscuras esquinas para destrozarnos y no dejar rastro de nuestra existencia, se había abalanzado contra nosotros y había borrado nuestros pasados. No quedó nada, ningún cronista recogería nuestro legado, la Historia nos olvidaría… o eso me temí. 

 

Me oculté como una cucaracha… Sí, lo admito. ¿Qué habrías hecho tú? Puedes alardear todo lo que quieras ahora, cuando vengan a por ti veremos cómo actúas. Yo no quiero que mi existencia llegue a su fin. No sé si lo sabrás pero después de esto no hay nada.

 

Pasaron algunos años y la Bestia comenzó a volverse desconfiada y menos fuerte. El Sabbat tenía otros lugares más dignos de destrucción que nuestra ciudad y comenzó a dividirse mientras se hacía fuerte causando discordia en sus siguientes víctimas.

 

Fue el momento de sacar la cabeza de mi agujero y mirar a mí alrededor. La vida de los mortales continuaba con normalidad, ajena a todo lo ocurrido. Justificaciones entre ellos de lo que podría haber tenido más repercusión, miembros del gobierno local controlados por alguien que permitió que la Mascarada siguiera vigente en la ciudad.

 

Al principio creí que no quedaba nadie, después vi que podría haber esperanza. Había algún superviviente más que siguió mi misma estrategia. Pero éramos demasiado pocos… y ahora comienza el auténtico horror.

 

De las afueras del perímetro urbano surge un Antiguo, uno con una Bestia increíblemente grande y fuerte que podría aniquilarnos con tan solo proponérselo. Estamos a la merced de un lunático que dice que en el futuro reclamará la praxis de Cáceres y hará la provincia suya para nuestro bien. Un lunático a los mandos de una nave de guerra… ¿de verdad esto lo van a tolerar nuestros vecinos?

 

La respuesta fue sí y ese futuro casi es nuestro presente. Todos hablan maravillas de Don Braulio, como si de un padre de familia se tratara, como el alcalde de un pequeño pueblo que cuida y mima a todos. Esos imbéciles creen que es su familiar, su amigo que los respeta… No entienden la fachada de engaños, no comprenden que esa Bestia les va a destruir.

 

Yo me marcho de esta ciudad, no estoy dispuesto a ver cómo todos se vuelven locos, cómo el lunático los usa como marionetas para sus propios fines y cómo su Bestia les acabará devorando hasta no dejar ninguno.


 

Al principio la ciudad era próspera tanto para mortales como Vástagos. El número de Condenados estaba bien controlado aunque rozaba el límite de población. Todos estaban regidos por el célebre Príncipe Ventrue Nicolás García Menz, un miembro de la sangre azul Ancilla que sabía conducir a la Camarilla de la ciudad con puño de hierro por el buen camino.


Su regencia fue bastante fructífera. Los Vástagos convivían en las sombras con mortales sin ser descubiertos, respetando las Tradiciones y sin ocasionar ningún problema fuera de su ciudad, lo que hacía que pasaran más desapercibidos. Don Nicolás promulgó que las influencias de los Vástagos no debían extenderse más allá de la capital y que sus enfrentamientos deberían resolverse dentro de la misma como caballeros.
El Príncipe fue objetivo de un par de atentados orquestados por los de otras sangres para arrebatarle el puesto, incluso en una de ellas participaron Condenados de los propios puestos que él designó. Don Nicolás siempre demostró ser parte de la sangre azul y gracias a su sabiduría y forma de gobierno, supo llevar por buen camino tales circunstancias, premiando a los que beneficiaban su posición y destruyendo de forma justificada a los que atentaban contra su vida o se tomaban las Tradiciones por su propia mano.


Algún Anarquista aislado intentó llegar a la ciudad para promulgar una nueva doctrina y otra forma de gobierno. El Príncipe simplemente indicaba que fuera apaleado, marcado y devuelto al redil del que provenía, pues consideraba un insulto que  ni tan siquiera se presentaran en su ciudad con tales intenciones.


Después de 16 años de gobierno, en el año 2014, el Sabbat se abalanza sobre los Vástagos de la ciudad sembrando muerte y destrucción a su paso. La purga cae sobre la ciudad dejando casi extintos a los malditos. Los mortales siguen ajenos a sus vidas, los impactos más graves en infraestructuras y vidas son justificados por accidentes o sus propios conflictos, hasta que sus investigaciones se vacían de contenido y se diluye la importancia de los hechos en el tiempo.


El tiempo es justo lo que consigue pasar por encima de cualquier Cainita, sea de la condición que sea, y el Sabbat aprovechó para focalizar sus fuerzas en otros puntos, descuidando el terreno conquistado, dejándolo cada vez más despoblado, hasta no dejar casi nada de su presencia, solo la creencia de que la Camarilla ha desaparecido de estas tierras.


Es en ese punto de nuestra historia cuando comienzan a surgir los escasos supervivientes de la purga, los cuales con cautela comienzan a surgir y a comunicarse entre ellos. La mayoría son de la sangre Malkavian y comienzan a darse cuenta de que el terreno empieza a ser seguro. Todo es demasiado fortuito y casual por lo que la cautela no desaparece hasta pasados algunos años.
Surge entonces la figura de Don Braulio Rodríguez Rosa, un Antiguo que ha vivido a las afueras de la ciudad afincado en sus tierras ajeno a todo. Desde esa posición se permitió la supervivencia, y ahora como miembro más antiguo de la estirpe del lugar, quiere reclamar la Praxis de toda la provincia y ser el futuro Príncipe.


Los pocos y escasos Vástagos se sienten motivados por él para construir algo nuevo y lo siguen sin dudar. Comienzan a buscar apoyos en el exterior a mediados del año 2017 transmitiendo un mensaje del Antiguo de rehabilitación de la Torre de Marfil que debe sostener la Camarilla. Se transmite una imagen del Antiguo cordial, familiar y allegada, algo atípico entre los Vástagos de esa edad.


A finales del 2017, una Coterie de Oviedo baja buscando información sobre la supuesta configuración de un nuevo gobierno de la Camarilla. Los Vástagos que visitan la tierra  declaran  no estar contentos en la ciudad en la que residían y solicitan unirse al futuro principado de Cáceres y sus motivaciones, de forma acérrima y sin dudas. Esto levanta tensiones entre ambas ciudades, ante las que el Antiguo nunca se pronunció.


A principios del 2018, continúan llegando algunos vástagos más a la ciudad, haciéndose más fuerte la sangre Gangrel, atraídos por la promesa del paraje natural de Monfragüe, el Jerte y la Vera. Comienza a crearse un halo de confianza en los vástagos de la ciudad, los cuales limpian la ciudad de leves amenazas del Sabbat. Algunos comienzan a hacerse relevantes entre los habitantes como Paula Hernández, Gangrel extranjera que intenta hacerse un hueco en la ciudad, conocida por su pericia en combate y por el pseudónimo de “la Capitana”, o Esteban Pelayo, Ventrue de sangre azul que se abre hueco en una tierra no regentada por los suyos.


Después de cerrar tratos con otras ciudades en nombre del Antiguo y de sellar alianzas con los principados colindantes, Don Braulio quiere aportar su fragmento a la Torre de Marfil, pero un fragmento que aunque se integre y encaje perfectamente, tenga su propia seña y signo de identidad para decir que eso fue gracias a Cáceres.


Es ahora, en Junio del 2018, cuando todo se prepara para la reclamación de la Praxis. Una gran reunión en un lugar restaurado hace unos años especialmente para este momento. Un llamamiento a los Vástagos de toda la península que quieran venir a asistir al nacimiento de algo nuevo e indagar en qué ocurre exactamente en Cáceres.


 

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