El coche de la Guardia Civil estaba medio salido en la cuneta, con una colisión por la parte de atrás y empotrado en una gran piedra fuera de la carretera por la parte delantera. En aquella carretera secundaria no solía haber mucho tráfico, y menos coches de autoridades competentes. Nunca pasa nadie por aquí pero dentro de ese coche aún queda vida. Dentro alguien parece removerse. El piloto y copiloto aún están dentro recuperándose por el impacto del vehículo y comprobando que aún están vivos.
Se aproximan dos personas al vehículo andando tranquilamente. Una chica de pelo rubio platino, silba con cara de diversión. Va vestida con un mono totalmente negro y ceñido al cuerpo, pistoleras en la cintura y en el muslo derecho, además de un chaleco antibalas. El que la acompaña es un hombre bastante ancho de hombros, porte atlética, pero no se ve absolutamente nada de él. Va vestido totalmente de negro y la cara tapada por una máscara de gas y un casco kevlar de protección. Porta por delante del cuerpo una escopeta y numerosas armas y equipamiento en cinturón y chaleco.