Menú Principal

 

El consejo de mi amiga aún no llegó, es como si se la hubiera tragado la tierra. He probado auto-medicándome y experimentado a base de ensayo-error.

Finales de diciembre fue algo caótico para mí. Carezco de familia en este país para celebrar las festividades navideñas y las pruebas que estoy realizando con la medicación no fueron muy fructíferas. Las alucinaciones volvieron, los aullidos y el arañar de paredes por garras o espolones volvía a sonar dentro de mi cabeza.

He conocido a una chica, Sonia. Él y su amigo Carlos tropezaron conmigo en el Carrefour mientras hacíamos unas compras. Lo que comenzó en una charla banal y superflua comenzó a tomar un cariz interesante para mí. Carlos estaba estudiando Telecomunicaciones, algo que no despertaba gran interés en mí con los conocimientos que ya poseía de ese campo. Pero la chica sí. Tenía, aunque de forma muy somera, conocimientos de farmacéutica. Tenía algún tipo de relación con la facultad de Enfermería.

 

Anoche viví una experiencia inquietante. Una puerta que se cierra en la noche dando un fuerte golpe. El portal estaba oscuro y sonaba el ruido de patas de algo moviéndose en la oscuridad. ¿Otra vez se ha escapado el perro de la vecina? Esa criatura pesada y babosa no tenía nada mejor que hacer que salir de su casa cuando su dueña no miraba para acosar al que pasara por el estrecho portal.

Esta vez era distinto. Acababa de ver esa maldita película de miedo con unos amigos y ya venía bastante sugestionada. Todavía no había empezado la temporada de exámenes y estaba bastante estresada. Mi amiga Sonia me recomendó ir con ella y unos amigos al cine. Nos íbamos a echar unas risas decían… Vaya película… Muy buena y todo lo que tú quieras pero no me gustan ese tipo de películas y menos cuando mis padres no están en casa.

Página 5 de 5

Contacto

Cualquier tipo de contacto que quieras realizar con la asociación envía un correo a: admin@revcc.es

Indicad en el asunto la ambientación o duda.

Información Adicional