Bienvenidos a Pharmatechnic Industries!

Para conocernos, primero tienes que escuchar nuestra historia. Estamos en una empresa fundada por el alemán Heinrich Brauer y localizada en Europa del norte y Alemania. Ante la oportunidad de expansión hacia Europa del sur, Brauer apostó de forma moderada y ganó una antigua sucursal farmacéutica en España en una subasta de acreedores. La empresa está en pleno funcionamiento con la friolera de 458 empleados en su emplazamiento de Cáceres. Nuestra expansión no se limita en el territorio español solo a Extremadura, sino que también tenemos una sucursal en Málaga a pleno rendimiento, permitiendo la movilidad de nuestros empleados entre ellas. Hace poco, Heinrich Brauer decidió jubilarse, siendo elegido Jonnathan Neisser como su sucesor y Nathan Mensk como CEO de las nuevas sucursales en España.

La nieve comenzaba a caer de nuevo. Estaba demasiado lejos de casa para escuchar las palabras que necesitaba. Los copos ayudarían a ocultar los cuerpos, a borrar la sangre. Ahora mismo, en el norte de Zenica, en una zona montañosa, en Bosnia Herzegovina, un hombre destruido por dentro intenta sobrevivir a una guerra. El conflicto de Europa del este estaba en pleno estallido y los enfrentamientos entre mercenarios se habían trasladado a este territorio.

Impasible, la leyenda miraba la nieve después de todo lo ocurrido. Sentado, con la ropa que llevaba hecha girones, deja caer el fusil en la nieve. Apenas le cubre el pantalón de comando agrietado y las botas estalladas. Una pistolera con un arma dentro que no le podría proteger del frio pende casi a punto de desprenderse de su muslo derecho. Pero a él no parece importarle la temperatura. Contempla con la mirada perdida el lago helado frente a él con varios accesos cerca de la orilla y un vehículo a medio hundir. Nunca antes había llorado por nadie y ese parecía su primer momento.

Ese instante que no se olvida,

Tan vacío devuelto por las sombras,

Tan vacío rechazado por los relojes,

Ese pobre instante adoptado por mi ternura,

Desnudo, desnudo de sangre de alas,

Sin ojos para recordar angustias de antaño,

Sin labios para recoger el zumo de las violencias

perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ha pasado algún tiempo. Quiero seguir siendo la misma a pesar de lo que el Doctor me hizo. El buen doctor… Solo quiero que todo mi odio penetre en tu cuerpo, que llegue hasta la punta de las venas más finas para alimentar hasta el último rincón de tu cuerpo con mi sufrimiento. No sabes el daño que me has hecho, pero algún día te lo devolveré.

Nunca olvides lo mucho que te amo.

Nunca olvides mi admiración por ti,

Acuérdate cuando te enamoraste de mí y yo de ti.

Nunca dejes que nos hagamos daño, ni que maltratemos nuestros corazones.

Nunca te alejes de mí y no dejes que me aleje de ti.

Nunca dejes hundirme en la agonía

Nunca dejes que te invada la tristeza

Recuerda siempre nuestros momentos felices, y apóyate de ellos.

Nunca dejes de abrazarme,

Nunca olvides besarme.

Estaré aquí para siempre.